Entradas

Autorretrato

Imagen
Autorretrato Mi infancia son recuerdos entre los montes del Pas;  Con montañas y fuentes que dan al río,  con amaneceres en el puerto de Estacas, con largos inviernos de nieve y frío A mis dieciséis años la vida me trajo aqui mostrándome la preciosas vistas de Santander,  añorando a los míos y pensando qué perdí;  mis amigas y mi hermana soñamos con volver Un futuro incierto me espera por descubrir; soñamos con imposibles y no con la realidad aquí o allí nuevas puertas espero y deseo abrir; que no digan que la vida no es de verdad

Frankenstein VI

Mi miedo hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo, estaba temblando, el cuerpo de una de las personas más importantes para mí estaba tirada a mis pies sin vida. Mientras, él me miraba a los ojos fijamente. No pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. ¿Cómo había llegado a tanto? ¿Cómo por una absurda idea de hacer una creación había terminado con las vidas de mis seres mas queridos? Lloraba de impotencia, de no poder hacer nada por ellos. Sabía que seguramente aquel iba a ser mi final. Que no volvería a reunirme con mis hermanos y mi madre. Pero no podía más. Miré fijamente el árbol de la entrada, mi memoria se inundó de recuerdos, de recuerdos de mi infancia. Junto a él había una soga de cáñamo que sin dudarlo dos veces cogí y até a una rama. Me subí al columpio y salté. La respiración de la muchacha se fue reduciendo hasta que quedó sin vida. Yo me sentí solo y sin ninguna esperanza para ser feliz. Así que deambulé por la calle hasta llegar a los acantilados, una

Frankenstein V

Tras mi llegada a casa me encontré en la entrada con el monstruo, fue tan impactante que me desvanecí, enseguida escuche voces. Cuando abrí los ojos me encontraba postrada sobre mi cama. Junto a mi estaban mamá y papá. - ¿El Señor Rodrigo?- pregunté preocupada -Está en la sala -Contestó mamá Mi nerviosismo y mi miedo se reducieron lentamente. Varios días después todo parecía estar en completa tranquilidad, cuando de repente se escucharon unos gritos procedentes de la cocina. Bajé corriendo las escaleras y me encontré el cuerpo de mi padre sin vida. No podía dar crédito de lo sucedido. Para mi madre fue un golpe mortal pues tuvimos que ingresarla en hospital psiquiátrico. Una tarde poco después de haber internado a mi madre en la clínica se escucharon unas voces raras en el jardín. El Señor Sánchez y yo salimos a ver que ocurría y frente a los dos se encontraba la figura del esperpento. Feo y con un aspecto asqueroso. - He venido porque no tengo a nadie

Frankenstein IV

Señor Rodrigo: He recibido su carta y créame que me ha dejado boquiabierta con su terrible noticia, sinceramente no me sorprendió demasiado después de los problemas que tuvimos para armarlo. No se culpe de nada, esto ha sido cosa de dos y por supuesto que no sabíamos que esto fuera a ocurrir. He pedido permiso a mi jefe y me ha dado permiso para regresar mañana mismo, así que cogeré el primer vuelo que salga para allá. Me parece estupenda la idea de irse con mis padres, supongo que sea mejor quedarse en nuestra mansión pues la criatura o lo que haya salido de ahí puede ir a buscarnos a su taller. Cualquier cosa envieme un correo, en el avión tengo conexión a Internet y me será más fácil contestarlo y comunicarme con usted por si ocurre algo nuevo. Un abrazo Carlota

Frankenstein III

Querida Carlota: Terminé con tu creación, mejor dicho con el monstruo. Digo monstruo porque después de todo el esfuerzo nuestro trabajo, se ha venido abajo. Te preguntarás el por qué de estas palabras pero es que ni yo mismo encuentro una explicación a lo ocurrido. Hace casi dos días que acabé y sigo anonadado con semejante esperpento. Es un ser horrible, nada que ver con lo que habíamos pensado. Es más alto de lo previsto y tiene un físico espantoso. Después de finalizar y verlo salí del taller corriendo y lo tranqué con llave para que no saliera y para que nadie lo viera, pero al día siguiente había desaparecido, no tengo ni la menor idea de a donde puede haberse escapado. Lo cierto es que no hablaba y apenas se mantenía de pie. No quiero que te alarmes pero me da miedo no saber de su paradero, no saber como reaccionará ni si volverá o hará algo que nos perjudique ya que no sé ante que tipo de criatura estamos. No sé si es bueno o malo. He buscado por toda la fi

Frankenstein II

Tras el regreso del Señor Ricardo comenzamos a comprar los materiales necesarios para la construcción. Trabajábamos de noche para no levantar sospechas entre mis familiares, es posible que si desaparecería durante el día mi madre me preguntase por mi paradero, y si algo se me daba especialmente mal era mentir. En mi cabeza estaba la idea de montar un niño de unos siete años aproximadamente pero el Señor Ricardo tenía gran interés por crear un bebé, decía que al no tener familia le hacía ilusión poder enseñar y educar a un ser pequeño. Dos días más tarde empezamos a montar el motor, estaba claro que tenía a un profesional delante de mis ojos, pues en tan solo dos noches ya lo habíamos acabado. Ahora quedaba la parte más emotiva, por lo menos para mí. Mi hermano estaba especializado en neurología y coger prestados algunos de sus libros nos sirvió de ayuda. Nuestro único problema, con el que no contábamos fue no poder construir el bebé tal y como habíamos planeado. Por suerte pudimo

Frankenstein

13 marzo Estimado Señor Sánchez, disculpe la tardanza pero con tanto trabajo en la universidad no había tenido tiempo de comunicarle que me han trasladado y que es probable que no vaya a verlo en unas semanas. Si regresa de su viaje me gustaría que fuera a la mansión, pues tengo algo importante que entregarle. Supongo que le interesará saber que estoy trabajando en un nuevo proyecto relacionado con la robótica, y espero que pueda construirlo conmigo. Me comentó mi madre que ha estado enfermo y que por lo tanto tuvo que posponer su vuelta al pueblo. La verdad es que las cosas no han cambiado demasiado hasta la fecha, mis padres abrieron el hotel tal y como usted quería, mi hermano mayor se casó y esta esperando un bebé. Por otro lado mi hermana se marchó a Salamanca para estudiar farmacia, ya sabe lo contenta que estaba la última vez que la vio. En su mansión encontrara un nuevo inquilino, Laica tuvo un cachorro y mi padre decidió criarlo. También tuvimos que